RIOB - La lettre du Réseau

La carta de la Marzo de 2018 - n°26 www.rioc.org Foro Mundial - Daegu - Abril de 2015 Foro Mundial - Marsella - Marzo de 2012 Foro mundial - Estambul - Marzo de 2009 Cumbre del Agua y del Clima - Roma - Octubre de 2017 De las palabras a la acción: ¡debemos actuar rápidamente antes de que sea demasiado tarde! COP 23 - Bonn - Noviembre de 2017 La constatación es alarmante, inundaciones, sequías, ciclones, escasez, enfermedades de origen hídrico, contaminación, despilfarro, erosión, destrucción de los ecosistemas: la gravedad de la situación en muchos países requiere la implementación rápida de una gestión integral, integrada y consistente de los recursos hídricos. El cambio climático está agravando estas situaciones y está afectando cada vez más la cantidad y calidad de los ecosistemas acuáticos y del agua dulce continental. ¡El régimen de todos nuestros ríos y el nivel de nuestros acuíferos se modificarán sustancialmente! Todo esto representa una amenaza para la seguridad, el desarrollo económico y social y para el medio ambiente, especialmente en los países más pobres. La movilización es esencial a todos niveles para establecer urgentemente programas que son necesarios para mitigar las presiones, prevenir y adaptarse a los efectos del calentamiento global. Una acción rápida reduciría los costos y daños, ¡deberíamos preocuparnos por el “costo de la inacción”! El agua dulce es una de las primeras víctimas del cambio climático: debemos actuar rápidamente, antes de que sea demasiado tarde. La experiencia adquirida desde hace cincuenta años muestra que es indudable que deban llevarse a cabo o reforzarse acciones esenciales, basadas en una verdadera solidaridad entre aguas arriba y aguas abajo a nivel de las cuencas de ríos, lagos y acuíferos, ya sean locales, nacionales o transfronterizos. Además, nada es posible sin la participación, junto a las autoridades políticas, de representantes de diferentes sectores económicos, autoridades locales y asociaciones, todos los cuales trabajan en el campo y son los verdaderos actores del cambio. Este es especialmente el papel de los “Comités o Consejos de Cuenca”. No debemos “reinventar la rueda” porque muchas acciones efectivas ya se llevan a cabo en el campo. Por lo tanto, es necesario identificar buenas prácticas y diseminarlas. Los problemas encontrados no son técnicos, sino principalmente institucionales y financieros. Debemos movilizarnos para ganar esta batalla del agua y preparar el futuro de las próximas generaciones. Todo es aún posible. ¡Actuemos rápidamente! A l i a n z a s M u n d i a l e s p a r a e l A g u a y e l C l i m a A M A C C u e n c a s E m p r e s a s M e g a c i u d a d e s D e s a l a c i ó n

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